Agresividad canina hacia personas. El caso de Drac

El caso de Drac

Cuando Nahika y Lluís contactaron conmigo me expresaron sus preocupaciones respecto a Drac.

Había mostrado cierta agresividad hacia personas en dos ocasiones, en una misma semana, con dos amigos de la familia. Y mostraba conductas reactivas con perros, motos, coches así como con los transeúntes que paseaban por la calle.

Era una situación algo insostenible para ellos porque cada paseo terminaba siendo “una operación militar” para buscar la mejor estrategia para evitar que Drac lo pasara mal e hiciera daño a alguien, a Floc, su único amigo, o incluso a ellos mismos.

SU HISTÓRIA

Drac vivió con una persona mayor que tuvo que ser hospitalizada en un momento determinado y la familia de esta persona decidió abandonarlo a su suerte cuando aún era un cachorro. NO tardó en ser adoptado (por su condición de cachorro, la adopción era fácil) por una familia con niños y terreno, pero fue devuelto cuando los adultos se percataron de que los niños maltrataban al perro con pocos meses de edad.

La vida de Drac empeoró, si aún cabe más, cuando fue llevado a la perrera de Figueras, perrera que tiene muchas denuncias por la gestión tan errónea y vergonzosa que realiza de los animales que hay en ella. Allí pasó un año aproximadamente. Un año en un infierno.

El trato que Drac ha recibido de los humanos desde chiquitín, hizo de él un perro con conductas agresivas a personas por miedo a estas y eso a la vez, hacía difícil la tarea de encontrarle un hogar. Proceso por el cual parece que pasó en varias ocasiones con la correspondiente gestión estresante que suponía conocer y adaptarse a personas y casas nuevas, con ambientes, entornos, normas y comunicaciones diferentes.

Todas ellas fallaron, llevando a Drac a la correspondiente devolución a la misma perrera de trato vergonzoso.

Drac fue etiquetado como un perro peligroso durante su estancia en la perrera, lo que reducía su posibilidad de ser adoptado y le confería una vida sin posibilidad de salir de ese infierno, de ser un perro feliz y equilibrado.

Particularmente nunca había conocido a un perro que hubiera perdido toda su fe en el ser humano. Cuando conocí a Drac no me encontré a un perro asustadizo, que también, me encontré a un perro furioso que no quería saber nada de nadie. Drac sentía ira y rechazaba cualquier contacto humano, aunque parecía mostrar más preocupación hacia mujeres que hacia hombres.

EL TRABAJO REALIZADO

La sesión de la evaluación fue complicada y algo accidentada, Drac se lanzó hacia mí en tres ocasiones y decidí que Utah sería una gran ayuda para reducir la agresividad que Drac me mostraba, afortunadamente Utah me acompañaba ese día.

Esta es una de las razones por las que realizamos la mayoría de las presentaciones en espacios neutros. Se trata de minimizar el riesgo de sufrir alguna lesión cuando tratamos con perros que gestionan a las personas con conductas agresivas, y reducir los niveles de estrés que pueda generar la presentación al perro en cuestión.

Dado que se mostró interesado y receptivo a Utah decidí trazar un plan de trabajo que priorizara generar confianza hacia mí. Para ello, Utah hizo de puente entre Drac y yo.

LOS AVANCES

A través del referente, Drac aprendió a comunicarse con otros congéneres con menos intensidad y adquirió algunas habilidades sociales que más adelante le permitiría interaccionar con otros perros y jugar con ellos. Después nos centramos en su gestión hacia las personas ofreciéndole herramientas de gestión y comunicación. Fuimos construyendo momentos de seguridad y diversión proporcionando la confianza que tanto había perdido hacia el ser humano.

Durante el proceso nos ocupamos del alto nivel de estrés que Drac afrontaba cada día, reduciendo muchísimo la exposición a lugares y entornos hostiles para él y realizando una exposición muy controlada y organizada que pasaba por tiempos de “parada”.

Esta pareja, Lluís y Nahikari, han invertido mucho dinero, pero sobre todo han invertido y siguen invirtiendo muuuuuucho tiempo, esfuerzo, frustración, estrés, comprensión, amor, empatía y mucho, mucho respeto hacia un animal tan hermoso como Drac.

Cambiar de casa fue una decisión tomada con conciencia, coherencia y extrema empatía. Y fue la decisión más acertada que tomó la pareja para la rehabilitación de su querido amigo.

En todos estos procesos también debe existir el de la aceptación, aceptar que hemos decidido darle una segunda oportunidad a un perro destrozado que tiene un peso enorme a sus espaldas y sus limitaciones, aceptar que no tenemos el perro perfecto de las películas, el de nuestras expectativas y aceptar bajarlas cuando estas son muy altas.

Nahikari sufrió ataques por parte de Drac en varias ocasiones, nunca había intención de hacerle daño y Nahikari siempre entendió que sus reacciones eran viscerales y fruto de un trauma que Drac debía aprender a superar.

Hace un año que conocí a esta familia. No ha sido un año de trabajo continuo presencial por mi parte. Ha habido meses de parón, necesario.

Un año de mucho asesoramiento on-line vía WhatsApp y un año de trabajo intenso por parte de la pareja.

Son pocas las familias que muestran la inteligencia emocional de Lluís y Nahikari, su facilidad y capacidad de comprensión y empatía hacia los problemas que Drac llevaba de peso a sus espaldas es admirable y digno de admiración.

Son pocas las familias que contactan con un profesional para que ayuden a su perro a ser feliz y no para que les ayuden a “eliminar conductas”.

Drac ya no se lanza a las motos y personas en la calle, es capaz de rodearse de personas en el exterior sin mayor problema. ¡Y ha recuperado la amistad de Floc! , disfruta de la compañía de otros perros, corre, juega y tiene momentos de libertad gracias a las enseñanzas de Utah, que ha abierto el camino de las relaciones sociales.

Floc a la izquierda, Drac a la derecha de la fotografía.

Aún queda camino por recorrer, los espacios muy ruidosos y las aglomeraciones siguen siendo un reto demasiado difícil para Drac, sigue sin aceptar contacto de desconocidos, aunque si sucede su comunicación es más equilibrada y menos intensa y los coches en movimiento siguen generando persecución.

Lo que veréis en este video corresponde a un par de sesiones que realizamos con figurantes y a alguna sesión de paseo en grupo social.

Me gustaría decir que detrás de estas imágenes tan simples, hay mucho conocimiento, formación y experiencia. Utilizar correas largas o decidir cuando no colocar un bozal requiere de cabeza y conocimiento y NO animo a nadie ha realizar cualquier cosa de lo que se ve aquí sin saber qué hace.

Desde aquí quiero agradecer a todas aquellas personas que dan su tiempo de manera desinteresada para ayudar a perros como Drac (los figurantes), pues los avances que está haciendo a pasos agigantados es Gracias a ellos, y agradecer a Nahika y Lluís que sigan creyendo en mi.

Podemos hacer mucho por ellos, solo hay que preguntarse ¿Cuánto queremos hacer?

Estoy encantada con esta familia y agradecida por tener la oportunidad de ayudarlos y aprender de ellos.

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